A esta hora en que imagino ya debes estar muerta y que todo vestigio de dulce malicia a escapado de tu rostro para siempre, yo me ocupo de estas letras que ya no podrás leer a no ser como un delicado fantasma a mis espaldas. Aún así, no recibiré el castigo de tu sarcástica boca diciendo, estoy muerta, no me tocas.
Ausencia, sólo eso eres ahora, un vacío que atravezando está la noche, mi noche, mi maldita y exquisita noche sin tu nombre. Ya casi no recuerdo tu rostro, es el comienzo de un juego que me he propuesto no terminar nunca, será puntuación a favor o en contra la mudez telefónica en futuras madrugadas?, eso está por verse, me desvelaré más de una noche contemplando el aparato como si este fuera un insecto amarrado a la sombra, cansado pero aún peligroso. Escribirte en un momento como este es parte de mi desvarío, delirio epistolar, una justa y esquizofrénica venganza por cada carta que no me respondiste. Ya no tendré que salir en días de lluvia al edificio de correos y remitir mi amor y mi miedo desde una ciudad tan poco poética destinandolos al país de tus ojos y tu pelo.
No tengo claro aún como ha sido tu muerte, la hora ni las razones del desceso, fue solo de manera repentina que comencé a olvidar tu rostro, de manera progresiva se me fue borrando todo, por eso también te escribí esta carta, por si en tu cuello aparecieran mis huellas.
Ausencia, sólo eso eres ahora, un vacío que atravezando está la noche, mi noche, mi maldita y exquisita noche sin tu nombre. Ya casi no recuerdo tu rostro, es el comienzo de un juego que me he propuesto no terminar nunca, será puntuación a favor o en contra la mudez telefónica en futuras madrugadas?, eso está por verse, me desvelaré más de una noche contemplando el aparato como si este fuera un insecto amarrado a la sombra, cansado pero aún peligroso. Escribirte en un momento como este es parte de mi desvarío, delirio epistolar, una justa y esquizofrénica venganza por cada carta que no me respondiste. Ya no tendré que salir en días de lluvia al edificio de correos y remitir mi amor y mi miedo desde una ciudad tan poco poética destinandolos al país de tus ojos y tu pelo.
No tengo claro aún como ha sido tu muerte, la hora ni las razones del desceso, fue solo de manera repentina que comencé a olvidar tu rostro, de manera progresiva se me fue borrando todo, por eso también te escribí esta carta, por si en tu cuello aparecieran mis huellas.
5 Comments:
Todas hemos muerto para alguien. Y tod+s llevamos una muerte de olvido a cuestas. A veces el olvido viene solo, pero muchas con paso silente somos nosotr+s quienes lo ejecutamos.
Morir es otra manera de perderse en las esquinas del tiempo y la memoria.
A veces morir es todo lo que queda.
Que manera de poder ser hermosa la tristeza.
Esta mujer esta mas viva que nunca..
Y sos gris oscuro por esto...porque tenes una gran capacidad para enamorarte hasta caer de rodillas...
De alli la claridad en la oscuridad..de alli el blanco y el negro
Alejandro gris oscuro..me encanta ese color..
petra
Vaya vaya, mi buen comensal, a estas horas de incoloros tiempos, te hacer un momento para recordarla en el olvido, dejándola diluirse en la memoria, de quien nunca mas verás. Mas cada letra que se baña en dolor y rabia da un ultimo suspiro de vida a aquella por quien las escrituras salen de tu mano.
A veces ese limbo nos agrada, pues nos permite ser y no ser a la vez, magia que solo en letras resulta atractivo.
En fin, siempre estaré al asecho de tu próximo espectáculo maldito, mi buen amigo... estoy cierto que será un regocijo sensitivo.
muso gris oscuro...VECINO
Vos sabes que solo puedo mirarte desde la ventana de mi casa, se que andas desabrigado invierno y verano, se que te vestis de negro y no importa la escarcha
en los pisos de madera de tu casa desafinada, siempre estas con los pies desnudos...en la intemperie al igual que tu alma...
se el dia que te agarro la fiebre amarilla
se que delirabas
y por primera vez
a pesar de tus promesas y condenas
decidiste dirijirme la palabra...
Se que te asomaste a la ventana
y con un panuelo gris oscuro, me hiciste una sena extrana...
se que era de madrugada,
camine hacia la puerta de tu entrada
tambien descalza
senti los vidrios rozar mis heridas solapadas...
abri tu puerta y ahi estabas...
Artista desquiciado, ojos de carbon y opacos...
la piel se me desgarro de a poco
en tu suelo frio...
fue cayendo a pedazos..
cuando finalmente
con mirada de vidrio
y sangre en los labios
sin parpadear...
inerte...
lentamente...
me estiraste tu mano...
Un beso que estas enfermito, pobrecito. Me visto de enfermera y salgo ya para alla con mi botiquin para calmarte los dolores, reventar las penas a palos, achacar mugrientas soledades, no importa, los que sean, un cuaderno para que me dictes lo que quieras, caldo de pollo, manzana rallada, jugo de naranja.
vecino, bipolar, hombre de las mil sombras, misterio insondable, tiernamente disimulado, para que sisgas delirando pero igual te mejores.
la mujer de alas negras
VECINA
Me gusta tu antena condenao, vuelveme a visitar.
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