Al quinto latido contesté
corazón equivocado intenté decir sin resultado,
sin embargo respondí; ya no vive aquí.
Imposible, fué la voz al otro lado.
¿Perdón, con quien hablo?.
Con la representante de todo su delirio,
vengo a anunciarle mi visita esta misma noche,
nos esta debiendo varias enfermedades reales o imaginarias,
no es la culpa de su corazón, eso ya lo sabemos.
Si quiere reclamele a la representante de su sexo,
tal vez ahí le den alguna explicación.