Monday, August 28, 2006

Volví a casa y ahí estaba, entre el desorden silvestre de plantas y flores que alguna vez cuido mi abuelo. Era un sobre conteniendo un gol de media cancha, una trampa, un buen golpe, certero y merecido.
La abrí con el cuidado requerido por la dirección del remitente aunque más bien debería decir que intenté desactivarla, ahí leí lo que sigue y seguirá dandome vueltas:
" Santiago, tercer día de un mes de agosto que se resiste y porfía como tu a los soles que entibian las calles. Sé que dudarás si leer o no esta carta, también yo dudé en escribirla. Pero lo aquí está, desenfundé este lápiz con el temor de una espada que se sabe inofenciva. Dirás que juego nuevamente retrocediendo tus relojes que dan la hora correcta solo dos veces al día. Te detendrás, estoy segura, por que viví también tu juego que me hacia otra más en tu historia, en cada frase buscando el mecanismo de la bomba para desactivarla. Interpretarás a tu antojo los signos que contienen las razones que me han llevado a escribirte, y pensarás que fuiste y aún eres mi juguete favorito y más durable, que me eres útil para justificar mis engaños y confuciones, si así fuera, te equivocarías nuevamente como tantas veces, pero el niño que aún eres y que seguirás siendo, te lo doy firmado no me engañas, es más fuerte que soldado espartano, su astucia obligada transforma como un truco de magia lo adverso en su letal arma que me hirió de muerte un día humedeciendo mis ojos. Como me dijiste alguna vez, no hay culpa, por ende no hay culpables. Me sentí libre y por lo mismo te creí más mío, y salí, viví, amé, sintiendo siempre que me pertenecías. El doble filo de tus palabras ofreciendome alas me hicieron sentir culpable de mis vuelos hacia otros cielos que no eran los tuyos y a los cuales no llegabas.
Y me engañabas, bien lo se bien lo sabes, en otras bocas y otros cuerpos permitiendote el lado conveniente de la historia por nacer hombre, postulando al perdón con santos en la corte. Pero no es eso y lo adivinas, siempre admiré tu capacidad de anticipación, incluso a mis sueños, lo que me lleva a ti en las palabras que no encuentro y desviandome en caminos de confusas señales o sín ellas intento transmitirte en forma de respuesta a una carta de hace años y que aún conservo; no me olvides, devuélveme el lugar que gane en tu memoria, y si nunca lo supiste ayudar ni ayuda nunca pude conseguir."

Volvió a conseguirlo fué lo primero que en silencio me dije, recorde a su madre y a toda su familia y lloré, un llanto limpio, tibio que me hiso sentir que una antigua deuda quedaba al fin saldada. Volvió acompañada de ternura su imagen, recordé su sonrrisa y su pelo en la almohada como quien repasa el momento que supo sintiendo, el tiempo no existe cuando de amores se trata.
Encendí el mejor cigarrillo en cinco años fumado, celebré bebiendo hasta la madrugada, y volví a maldecirla por que de eso se trataba y se trataría para siempre.

Tuesday, August 22, 2006

Te veías bella,
tu corazón maquillado confería a sus latidos la altivez convinando con la elegancia de sus ropas,
puta cara o aristócrata murmuró mi hígado apostado en la barra.
Quieren ver deshojando la escases florida del jardín de sombras que creció en mi pecho,
la morbosidad del iris espiando através del vidrio deseando los pétalos de mis flores negras sangrando un llanto de infantiles miedos,
en busca están del soplo escrito de mi prosa meciendo en la tiniebla el ramaje de mi árbol enfermo crujiendo sus recuerdos,
quieren y desean las cadenas entrelazadas en deletreables eslabones sonando arrastre de alma en pena inpidiendo el sueño,
quieren que les presente mis fantasmas y, mucho gusto,
hasta pronto,
adios,
ahí nos vemos,
dejandolos despiertos recorriendo mi cabeza buscando descanso en el lugar menos indicado,
quieren,
celebrando mi nostalgia,
aspirar su aroma como si fuera un exótico perfume barato,
hacerme partícipe del juego de buscar amigos y una vez entregado llamarme injusto,
arrogante,
egoísta,
cruel,
vil,
enfermo,
como si a ellos mismos se estuvieran hablando.
Bueno, aquí queda derramada la tinta,
pretendiendo factura literaria,
en día sabado,
exquisitamente soleado,
con cervezas bien heladas,
con música,
tabaco,
un vino helando,
el pulso en calma,
el sol bajando lentamente,
atardeciendo,
en fin, un día casi perfecto si no fuera por que tengo que escribirlo.
"Turvante noche, sigo despierto y sé, que el diablo frecuenta soledades".
G. Cerati.

Aquí estoy nuevamente, solo para ustedes que cruzaron la puerta que dejé abierta. Séan bienvenidos al miedo semántico de mis sobrecargadas y confusas palabras reconstruyendo una infancia con caracteristicas de lucha o guerra, declarada un diez de febrero de hace bastantes años, contra todos y contra todo. Una guerra que se lleva a cabo sobre un campo de batalla de días pasando nublados debajo de la cama o escondido en rincones, ahí aprendí el triste arte de la estrategia, donde la ignorancia dió muerte a la inocencia de mis juegos y donde el miedo como siempre fué cambiando de bando. Cada vez que fué mi aliado dejó corazones mutilados, atravezados por condecoraciones
inútiles para héroes de guerra tan culpables e inocentes como yo, por no poder ya volver a ser los mismos, niños inocentes soñando con ser grandes.

La historia en la que intento sumergirme no tiene motivaciones justificatorias ni busca dictaminar condenas ni culpabilidades. Mi conciencia los exculpa como los exculpa la ignorancia provocando sus dolores. Mi ortopédica poética da ilusión de concecuencia a una historia fragmentada que através de ustedes, qué lectores de sensibilidad esculpida en guerras propias, me devuelven sensaciones confusas que me dan la idea (tal vez ingenua) de que aún algo dicen las palabras.
Hay sobregiradas lunas apagandose en mi cielo qué inútiles decoran como adorno navideño en agosto la noche de mis miedos. Ahora, que se abre mi alma y das un paso de curiosidad impulsado, pido que dejes todo, que no traigas nada. Devolveré tus ojos cuando salgas, no es un parque de atracciones que te ofrece un viaje en la mansión siniestra, és lo cierto y real doliendo atrás de la palabra que desnegativizada del valor moral atribuido, queda siendo inexplicable , sin fórmulas gramaticales despejando interrogantes. No es tampoco simple abstracción de fría linguística en ejercicio, es lo humano ocurriendo, atravezando un espacio presentido por nuestra sangre, el paso fugaz, el momento presiso del truco cuando asoman las orejas del conejo por los bordes del sombrero de un mago que solo actua para ti y que no espera el aplauso, ni que cocines el conejo, ni que lo adoptes de mascota, ni que estupidamente preguntes si en el fondo del sombrero tambien tiene palomas. Quiere que dejes de llamarlo magia, que descubras el truco, la única recomendación es que no lo intentes en casa por que es peligroso, puedes cortar a tu vecino en rebanadas si eso es lo que quieres, pero no lo intentes, se te ha dicho, es peligroso. Incluso puedes dedicarte a la música, la pintura, la literatura, que aunque sucedaneos, desarman la rígida estructura de las significancias convenidas que más confunden que comunican. El mayor malentendido es que respondas un; yo tambien a un te amo, puede ser que ambos hayamos cagado sin haber almorzado lo mismo, pero que sepas que te extraño o de que forma lo hago solo por la voz de algunas letras como cuerdas de instrumento pulsadas por mi lengua dando notas a una música como acuerdo tácito de inaceptadas disonancias, imposible.
Ahí voy muerto caminando de tu mano ilusionado con el viaje sin destino definido con partida desde el terminal nervioso contenido en tu cráneo.
Parecido, igualable, interpretable és como recurso literario el retórico discurso mono-logado, al filosofo el logos y el pathos, para mi el efecto de frio amar, de trabajo, el intento de tolerar la intolerancia de la que soy parte activa y pasiva, mecánica funcionando, formando el todo inabarcable, construyendoo juguetes para grandes que sueñan con ser niños, con menos motivos para el llanto y la revancha.

Thursday, August 17, 2006

Esta palidez que remarca mis huesos,
que parece un simulacro de mi rostro en la vitrina,
una oferta fuera de temporada a los gusanos
que cargarán con el peso de colores y alas prometidas.
Este gesto parecido a una sonrrisa,
no es la mueca ni el rictus que quedó en mi boca,
son mis labios despidiendo en nostálgico susurro
un beso muerto aplastado por un libro.

Friday, August 04, 2006

Tengo un visado en calidad de turista por un pobre diablo firmado por tres meses al infierno, es poco tiempo, creo que me quedaré como ilegal para ver si la encuentro.
Entre mis sueños aéreos está volarle la cabeza y devolverle a Ángela su ala rota sín reparación alguna.
Entre mis sueños aéreos está cortarle el aíre cerrando la llave del oxígeno a su agónica paciente espera.
Entre mis sueños aéreos está levantar polvo desplumando los adornos de sus sobregirados planetas vagando.
Entre mis sueños aéreos está encerrarla en ascensores herméticos sín atsmósferas repirables ahogando sus voces.
Entre mis sueños aéreos está un aereoestático globo perdiendo altura con ella y se estrellen estallando que llueva.
Entre mis sueños aéreos está que arde su vela apagando los vientos que planeaban palabras de volátil veneno.
Entre mis sueños aéreos está fumarme otro de los mismos y desdoblandome aborde mi alma una nave con pasaje a la conchesumadre.

Thursday, August 03, 2006

Que inútil me resulta contemplar la inmensidad de este océano sin los huevos pa`cruzarlo. El sonido de su oleaje me repite que me ahogo con solo mirarlo. Infantil, ingenuo, contagiado a la espera de sirenas. Lo sé, no quedan, no existen, salvo la que ahora escucho que se acerca con sus luces de sonidos rojos dando vueltas. Un lugar seguro para pasar la borrachera y patear la rabia entre rejas y soñar tranquilo caracolas cantando un mar falso, inofensivo de tormentas. Despertar luego adolorido de bolsillos y gargantas, anhelando mi cemento cementerio de alegrías grises como ovejas sucias y cansadas. Dejar que mis zapatos anden corran se atrasen, suban escaleras de peldaños inventados y mecánicas, leer cartas y mensajes amenazando dejarme a oscuras si no pago mi derecho a ver tele o escuchar música, guevadas, comerciales. Dejar mis ganas en cuadernos con su marea subiendo de palabras, llenando lagunas mentales y de alma sin dibujar el paisaje de memoria ni hacer el poema de un alcohólico que reniega de esta forma lo que evoca la palabra, que justifica anotando en su currículum; melancohólico, drogadicto, potencial suicida al cubo al cuadrado, animal desepcionado, caso raro, durmiente lírico, payaso sin trabajo de rutina gastada, galán de feria libre de bolsillos protestados, cliente preferencial de la Cauquenes, la Betania y la Carpa, lector obsesivo, Alicio frente al espejo de la página. Todo por el pánico a que su queja séa falsa y lo que escribe delate su arrogancia de torrante bilingue, guachaca que leé a Celín en su idioma sentado en la cuneta de una calle en la que espera al traficante. Triste orgullo de paria constructor autodidacta de su turbia inteligencia. Víctima su sangre heredada, llorona, de sutiles o descarados chantajes, buscando una boca que lea y no hable.
Qué retórico discurso, qué ensayado el orden de sus voces, hasta musical el oculto motivo del fingido desnudo que lo exibe al margen. Mentiroso confiable, pobre diós y pobre diablo, gusano desnutrido soñando cadáveres, maniaco aprensivo-depresivo desvariando en su narcótica nocturna calavera con la idéa de fantasmas asesinos recorriendo el laberíntico camino de sus sesos.
Ya no me quedan motivos para dormir tranquilo, el gendarmen o el loquero me esperan, sepultura ya me han dado en buena parte orgullosas mujeres de alas negras. Pobres niñas en el fondo de sus miedos ellas, repasando en noche amaneciendo mi delirio epistolar hecho de espinas, reproduciendo el líquido susurro inundando sus oidos, qué imprudencia consederme la ilusión de lo inmortal para contarles todo esto, haciendo de su amor objeto coleccionable de este amante en serie de patrones definidos, bellas, locas, pelo largo, minifalda. Que den miedo, que postulen a la hoguera. Que sean indomables y que un buen día se vayan para volver de cuando en cuando a cobrar lo que les debo a cada una y a sus putas memorias, y pagarles en cómodas poéticas cuotas lo que valen.